
Los Magíster Comaci o Maestro de Como, es el nombre genérico con que se llegaron a distinguir todos los miembros de las antiguas corporaciones de arquitectos, a consecuencia de la preponderancia que llegó a aqdquirir la Confraternidad de Como, antigua ciudad romana en la que tomaron origen las cofradías o corporaciones francas de constructores[1]
Cuando de la historia de la Francmasonería se trata, no hay un solo autor que no convoque en su obra la vieja frase acerca de la bruma en que se esconde nuestro origen. La frase oculta un tipo de aproximación a nuestra historia, un paradigma místico sobre nuestro origen[2], que ha sido en muchos sentidos el más anciano de ellos. Con el tiempo, sin embargo, otros paradigmas “histórico-científicos” dieron un paso al costado para iluminar nuestra historia de un modo distinto, alejándose de la idea del brumoso origen histórico de la Orden.
En todo lo que dice relación con el paradigma más antiguo o místico, el se inicia muy probablemente con el Constitucionalista Anderson para quien los orígenes de la francmasonería serían incluso adánicos. Al otro lado de la vereda, autores como Calleay han intentado reconstruir nuestra historia pasada desde la ciencia histórica, desechando de un modo elegante, supuestos orígenes muy antiguos.
Es probable que el punto de inflexión, desde unos se separan de otros, a mi modo de ver, se encuentre en los finales del Imperio Romano. Esto quiere decir que los partidarios del origen más antiguo y misterioso de la orden y aquellos partidarios de una perspectiva histórica más científica coincidan justo en ese único punto de encuentro: se trata del reconocimiento que unos y otros hacen de los “Magister Comacini” como un antecedente paleo masónico. En tanto que herederos de las “Guildas operativas de los Colegia Fabrorum romanos” los Magíster Comacini comenzaron a tratar los conocimientos del Arte Real como un contenido esotérico y otorgaron a sus trabajos operativos una alta carga de misterio y secreto iniciático con el objeto de preservar aquello que les hacía hombres libres y le encaminó a una vida de fraternidad, estudio y perfeccionamiento.
En la isla del lago Como, los magister comenzaron a construir sus edificios, y fortificaciones con el viejo estilo romano
Fernando olaguer
El paso de los Colegia a los Magister, estuvo marcado como bien sabemos por el fin violento del Imperio Romano de Occidente a partir del año 476, cuando Odoacro, rey Lombardo, conquista finalmente y tras una gigantesca oleada Germana sobre el Imperio, su capital Roma. A partir de aquí, un retroceso de la unidad cultural, económica y política que garantizaba el Imperio, se desmorona y rearma sobre los nuevos reinos germano-romanos que ocuparon la antigua y desgastada unidad imperial en occidente.
El paso del imperio a los reinos germanos implicó un grave retroceso cultural, y parte de ese colapso, lo vivieron los Colegia, que, habiendo desarrollado un rico avance en materia de constructibilidad, comenzaron lentamente a desaparecer en medio del caos, y con ellos su arte. La historia recoge que un grupo importante de ellos migró hacia Como alrededor del 568 de nuestra era, en el norte de Italia que, en esa época a fines del siglo VI de nuestra era, estaba dominada por los Lombardos. Como era en aquel entonces un lugar de difícil acceso y servía de refugio a quienes huían del hundimiento del imperio. A sus habitantes, se les conoce hasta hoy como “comaci”, de aquí que los antiguos maestros romanos, herederos del conocimiento, se les llamara ahora, Maestros del Lago de Como, o Maestros Comacini para hacer uso del gentilicio.
En la isla del lago Como, los magister comenzaron a construir sus edificios, y fortificaciones con el viejo estilo romano, razón que finalmente les hizo valer en la tradición, la condición de herederos de los colegia. Durante el VII y el VIII, dieron forma a las bóvedas de arista a los pilares compuestos y a la decoración de arquillos ciegos; allí los carolingios, conquistada la región y asimilada a su Imperio, enriquecieron tales notas con principios de su arquitectura; allí el Imperio Otomano, durante el siglo X, anexionado el territorio a su Estado, aunó aún más datos técnicos al arte de la región…Ya a finales del siglo X una invasión húngara destruyó un gran número de construcciones lombardas donde plasmaciones longobardas, carolingias y otonianas se pauteaban en gran maestría arquitectónica. Y en los últimos años de la centuria una ingente labor restauradora acomete nuevas obras para volver a erigir lo que los húngaros hubieran arrasado…Dentro de tales restauraciones y obras surgirá el llamado -Primer Románico- o -Románico Primitivo- que aún completará y perfeccionará más las técnicas y los procedimientos arquitectónicos existentes en Lombardía. Y en todo este proceso hay que tener en cuenta la actividad difusora de los Magister Comacini (maestros de albañilería, cantería y arquitectura de los alrededores del lago Como), que venían a construir unas compañías o grupos de constructores, agremiados.[3]Rápidamente, sus oficios fueron contratados a lo largo de la Lombardía del norte de Italia creando el conocido estilo lombardo de la arquitectura que primó hasta el siglo XIV.

Hoy el Lago de Como es un lugar de exclusivo tursimo
Los Lombardos fueron responsables de desarrollos considerable, particularmente en técnicas de albañilería, salto y organizaciones de albañiles en un gremio regulado. Esto puede haber iniciado en la tradición lombarda que el título de maestro comaccini, fuera sinónimo de “maestro constructor” y Lombardi, como sinónimo de francmasón o también “albañil” en la exacta medida en que sus equipos promovieron la convención tecnológica avanzaada y profesional que se fue extendiendo lentamente durante toda la Europa medieval.[4]
Ludovico Antonio Muratori, eclesiástico italiano del siglo XVIII (1672 – 1750) fue el primer autor que los cita con el nombre de Magister Comaci para identificar desde los antiguos manuscritos a una poderosa y compacta guilda[5] capaz de defender sus derechos y organizada internamente en diferentes grados y rangos.[6]
Cualquiera sea la corriente al que el francmasón adhiere respecto de la historia de nuestra Orden, no podrá menos que reconocer que los Masones somos los herederos de una tradición muy antigua que por eras incontables, ha estado asociada con los más sagrados misterios de devoción mistérica,[7] cuyo lugar de encuentro en la historia, comienza en el Lago de Como. Interesante es la prueba histórica que tenemos de su existencia tanto como de su naturaleza y sus principios, algunos de los cuales terminaron estando en contraposición con la ideologóa del regimen capitalista naciente en Europa. A medida que los Colegios rentraban en descomposición, nacían los Gremios de los Constructores asalariado y con ellos las asociaciones francmasonicas que agrupaban a los progresistas que figuranam antes en calidad de aceptados.[8]
[1] Frau abrines, Enciclopedia Ilustrada de la Francmasonería
[2] Dévrig Mollès La invención de la masonería Ed. Edlup
[3] Fernando Olaguer Arte Medieval español hasta el año 1000
[4] Christopher Tadgell The West From the dark age to the enlightenment, Ed. Routledge
[5] “If it happens that someone is killed by some material or by a stone falling from a house being constructed or restored, according to an agreed contract, by a master builder or restored, according to an agreed contract, by a master builder with his helpers, the man to whom the house belongs shall not be required to pay compensation but the masterbuilder (magister comacini) and his helpers shall pay composition for the homicide or for damage” The Lombards Law Katherine Fischer drew Ed, Penn
[6] Albert Mackey, Encyclopedia of Freemasonry
[7] C.W. Leadbeater Escuela Secreta de la Masonería
[8] Freire Charles Pompier, Qué es la Masonería